(este era el blog de berta, y acá suelo escribir lo que me viene en gana, sobre el claun. alguna vez fui ute y fui berta. algunos conocen la historia, otros no. ahora soy Una, finalmente. pero no puedo unificarme en todos los sentidos. en mí la unidad tiene que ver con permitirme la pluralidad. el amontonamiento)

jueves, 15 de noviembre de 2007

empujoncito



hace muchos dìas, desde que fui al estreno de marina, empecé a escribir este texto que sigue. nunca lo siento como terminado, siempre hay algo que corregir o agregar. porque cuando uno trata de explicar esas cosas que no tienen explicación, las palabras se convierten en unas cositas negras que parecen no decir nada.
pero marina me escribió un texto hermoso que leí ayer (y que está posteado acá abajo). y, como tantas otras veces, me dió el empujoncito que faltaba. entonces acá va, mi texto siempre inconcluso, caòtico, desordenado y escaso sobre su hermoso espectáculo.

marta espera/sueña/se levanta y anda/grita/se ríe/llora/viaja/se hunde/se encierra/se toca el corazón/y sale/sale/sale. y sabe que hay algo más. porque marina siempre supo (y sigue sabiendo) que siempre hay algo más. y lo mejor de todo es que ella puede verlo. se anima a salir y verlo. tiene las agallas y los ovarios (porque es tan mujer) de agarrar la manija con toda la mano, girarla de un zopetón y asomar su nariz roja como sólo una nariz roja puede ser. marina se deshoja, se desenvuelve, se desnuda y entonces marta es marina y marina es marta. y lo más maravilloso es que esa marina, potente, valiente, corajuda, sensible, amorosa, se vuelve todavía más unviersal cuando se mete en su piel de marta. y entonces te lleva. te agarra de la mano, va despacio, te hace sentir cuidado y te lleva a su mundo. y no sólo eso: sino que te hace entender que el mundo (el suyo y el otro, el de todos) no termina ahí. el mundo no termina. nunca. siempre hay un camino para ir más lejos. más adentro. más afuera. más lejos. más cerca. siempre hay otros. siempre están los ojos del otro. y siempre esos ojos son puertas hacia otros lados. marina cree en el encuentro. y entonces marta también. marta quiere, imperiosa/enorme/infinitamente encontrarse y re-encontrarse con otros. y sabe que con ese encuentro todo cambia. una y otra y otra y otra vez. y, entonces, es casi inevitable sentir que cuando ella viaja, nosotros viajamos con y por ella. por sus vericuetos, por sus recuerdos, por sus miedos, por sus enojos, por sus deseos, por sus contenturas de mar. y, lo infinitamente agradecible, es que todas esas cosas se vuelven nuestras. ella nos las regala. nos las devuelve. sus fotos son nuestras fotos. y Rosa que se vino de celeste. su canción es nuestra canción. sus pantuflas nos abrigan los pies. y estamos todos en el mar, nadando como sirenas.
"parece ser que me fui" es uno de los espectáculos más valientes que ví. porque marinamarta es una verdadera amazona [amazona/amiga/payasa/compañera de aventuras/buscadora incansable/hermana/guía]. y tiene un corazón grande como un elefante. y una guerrera con corazón grande como de un elefante que encima de todo te hace mezclar las carcajadas con los mocos, es una de esas cosas que hay que agradecer (tanto tanto) estando por acá.
"parece ser que me fuí" es un espectáculo que no se te va nunca de la vida. te queda ahí y te lleva. gracias, enana, por animarte. por poderle a todo. por hacer posible lo imposible. por llevar encima una cosa tan grande. vos solita, con tu sillita y tu carterita. y esa música increíble de mi peluca querido/hermano de la vida también, que se merece un post aparte, porque es pillo y capo. y porque es un groso.



["parece ser que me fuí" está los miércoles a las 23 hs. en No Avestruz, humboldt 1857. reservas aconsejadísimas al 4777-6956]

2 comentarios:

Marina Barbera dijo...

amiga del alma.
gracias por empujar mi hamaquita de la vida.con una amiga asi, es facil salir volando. despedida por el aire. te quiero. marta, y marina.

Anónimo dijo...

vos sos musica pelo querida de los corazones remendados del universo comino. Te quiero.-