(este era el blog de berta, y acá suelo escribir lo que me viene en gana, sobre el claun. alguna vez fui ute y fui berta. algunos conocen la historia, otros no. ahora soy Una, finalmente. pero no puedo unificarme en todos los sentidos. en mí la unidad tiene que ver con permitirme la pluralidad. el amontonamiento)

miércoles, 19 de mayo de 2010

motores.

no voy a negar que hago cosas en parte porque necesito reconocimiento, o dinero, o que me miren, o que me quieran, o que piensen (como decía mi querida ex-marta en "parece ser que me fui") "mirá que bien esta chica...". el ego existe, claro. y yo no estoy para nada libre de él.

pero cada vez que junto a esas cosas también está el motor del amor/del deseo/de la curiosidad, soy infinitamente más felíz y las cosas (me) suceden infinitamente mejor.

amor por otro u otros. por mí, también. por un arte. por el encuentro. por una nariz colorada. por un lugar. por un recuerdo. por alguien que está por venir. por alguien que se fue, pero sigue estando. por un grupo de gentes. por un libro. por la tierra. por un futuro. por un río.

deseo de crecer. de ver crecer a otros. de encontrar pero, sobre todo, de seguir buscando. de juntar fuerzas dispersas. de decir algo. de modificar algo. de reciclar algo.

curiosidad de todo: de los otros, de mí misma, de lo que viene, de qué pasa si te metés ahí, o si te encontrás con tal, o si decís eso, o de si no hacés caso de aquello...

desde que tengo recuerdo, cada vez que me puse a hacer cosas para figurar, o para competir, o para hacer algo "en contra de...", o para "ser mejor que...", o me moví desde el enojo, me fue para la mierda. me estrolé en alguna pared o, simplemente, me agoté (o se agotaron otros de mí) antes de empezar.

puede que suene obvio. o cursi. o boludo. pero estos días no puedo dejar de pensar en eso.
en que depende de qué motor tengas, se te mueven las cosas.
lo bueno es que, en la vida, esos motores es uno el que los elije.