(este era el blog de berta, y acá suelo escribir lo que me viene en gana, sobre el claun. alguna vez fui ute y fui berta. algunos conocen la historia, otros no. ahora soy Una, finalmente. pero no puedo unificarme en todos los sentidos. en mí la unidad tiene que ver con permitirme la pluralidad. el amontonamiento)

martes, 28 de junio de 2005

Y, al final, ¿qué esperás?

Escribir. Casi siempre que aparece un canal donde poner la escritura, se me desvanece casi por completo (la escritura, no el canal...). Escribí varios borradores y ninguno me parece digno de publicar. Empiezo a escribir y las correcciones no tienen fin. El texto nunca está listo. Nunca termina de mutar en la re-lectura. Entonces parece que la única salida es escribir sobre la dificultad de escribir.

-¡Pero qué falta de originalidad! ¡Será de Dios!

¿Sobre qué escribir en este blog? El claun pareciera ser el tema más apropiado, más aprovechable. Pero es el que más miedo me da fijar en una pantalla.

(Pero mirá que los posts pueden borrarse, igual, si te arrepentís...)

Se me ocurrió volcar apuntes de cursos. Pero eso demanda un trabajo de campo. Desempolvar aquellas viejas notas en aquellos viejos cuadernos.

Me tomaré mi tiempo. Total nadie me corre.


lunes, 27 de junio de 2005

Inicio. Lo primero que sale.

- Armáte un blog.
Un blog es un lugar donde podés escribir porque sí. Lo que quieras. Sin explicación.
Berta y Ute en un blog. Me divirtió.
No sé muy bien para qué, pero tampoco me importa demasiado. Sacarse la escritura de encima. Ponerla en algún lado para que, finalmente, alguien (quién sea, dónde sea) la lea.
¿Qué escribir?
Algunas reflexiones sobre el claun.
Algunas cosas que vengan sin demasiada explicación.
A veces desde mí misma. A veces desde Berta. A veces desde Ute.

-Explicáte. ¿Quién es toda esta gente?.
Lo mismo. Somos todas lo mismo.
Soy payasa. Berta Turman es el nombre de una de mis payasas. Ute es la otra, la primera, en orden cronólogico. La mayor. Son hermanas. Y yo soy las dos Turman, además de yo misma. Me componen. Están acá adentro. Y no son demasiado manejables.
Cuando te dedicás a ser claun se te despierta una cierta esquizofrenia. El claun es un personaje, sí. Pero la materia prima de ese personaje sos vos mismo. Vos en toda tu anchura y sin restricciones.
Y, a veces, empezás a hablar de tu payaso como si fuera otra persona. Y eso me pasa: Berta y Ute tienen vida propia. Y lo mejor es que no dejan de sorprenderme.
Berta y Ute me sacan las papas del fuego. Me liberan los desbordes. Dicen lo que yo quiero decir cuando no sale.
Yo me desbordo desde la nariz.

Voy escribiendo como viene. Será por etapas y en porciones. Desordenado.
Después de todo, ésta es mi primera vez.
Después de todo, quien esté ahí leyendo, estará porque quiere.
En ese inmenso mundo internético.