(este era el blog de berta, y acá suelo escribir lo que me viene en gana, sobre el claun. alguna vez fui ute y fui berta. algunos conocen la historia, otros no. ahora soy Una, finalmente. pero no puedo unificarme en todos los sentidos. en mí la unidad tiene que ver con permitirme la pluralidad. el amontonamiento)

martes, 2 de febrero de 2010

la lluvia y una luz particular.


todos los veranos algo fundamental acontece.
no paro nunca de aprender y sorprenderme.
éste enero, todos ellos, me enseñaron cosas fundamentales.


...

día de búsqueda de trajes.
toda la ropa está tirada en el suelo.
es un revoltijo en el que ellos se sumergen gustosos.
buscan. encuentran, vuelven a buscar, vuelven a encontrar.
de pronto, una tormenta. enorme. con truenos, relámpagos y centellas.
el agua empieza a entrar a cántaros por la claraboya del techo.
es como si lloviera adentro.
algunos buscan trapos de piso. otros se montan a escaleras altísimas para cerrar ventanas. otros sostienen las escaleras. otros suben los autos a la vereda. otros ponen baldes debajo de las cataratas de goteras.
pero nada se desmantela. nadie entra en pánico. nadie sueña, siquiera, con parar el trabajo. ni con preocuparse.
la experiencia continúa.
y entonces, para desafiarnos todavía más, la luz se corta.
la ropa está corrida hacia los bordes y en el centro hay un hueco, lleno de agua.
algunos celulares y linternas (y una vela ínfima) empiezan a prenderse.
yo siento que debería hacer algo. ocuparme.
me descoloco un poco.
pero de pronto me paro.
y los miro.
ellos son pura calma.
no se preocupan.
aceptan. tan payasamente.
una maestra me habla de otra maestra (esa señora a la que me muero por conocer) y me dice: "sue dice que el clown vive entre el trueno y el relámpago, esto es una buena señal"
y, de pronto, todo fluye.
los miro. escucho la lluvia. la siento. los ojos se acostrumbran de a poco a la oscuridad.
y les pido que nos tiremos en el piso.
y nos quedamos quietos y callados. recibiendo todo eso.
la lluvia hace sonar el techo de chapa. y por la claraboya se ve la luz de los relámpagos.
se escuchan, de a poco, anécdotas de días tomentosos. nos reímos. nos quedamos otra vez en silencio. se escucha la respiración de los demás.
y, de ahí en más, lo que pasó es una cosa mágica.
de canciones, nombres y bautismos.


...

días de cierre.
estamos en ronda.
y ellos son sus propios maestros.
yo soy sólo una parte.
y esto es sólo una ínfima porción del proceso.

...

trabajo en el espacio.
me encuentro con los ojos de cada uno.
y, entonces, me meto en 19 universos diferentes.
regalazo.

...

trabajo con música.
peluca. mágico, increíble, capo peluca.
los ve. tira de la punta del hilito que cada uno le muestra.
sin presión, pero con firmeza.
no los deja escaparse.
y cada uno encuentra su canción.
y mucho más.




2 comentarios:

Haru dijo...

¡Momentos mágicos!

julieta caputo dijo...

que lindo!